La educación primaria

El primer escalón del sistema educativo es la enseñanza primaria, gratuita y obligatoria. Abarca tres ciclos y seis cursos académicos, y suele requerir que los alumnos tengan entre 6 y 12 años. Los cursos 1º y 2º constituyen el primer ciclo. Los cursos 3º y 4º constituyen el segundo ciclo. Los cursos 5º y 6º constituyen el tercer ciclo.

Todos los niños y niñas, independientemente de que hayan finalizado o no la etapa de Educación Infantil, deben acceder a esta etapa en el año natural en el que cumplen seis años.

¿En qué consiste?

El objetivo de las primarias en CDMX es fomentar la afectividad, la creatividad y la sensibilidad artística, a la vez que facilitar el aprendizaje de la lectura, la escritura, las matemáticas, la expresión y comprensión oral y escrita, las habilidades lógico-matemáticas y los conceptos culturales fundamentales. 

Estas enseñanzas pretenden proporcionar a los alumnos una educación integral que favorezca el desarrollo de su personalidad y les prepare para la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

El plan de estudios se moviliza desde una perspectiva globalizadora, y los profesores modifican su enseñanza para adaptarla a la velocidad a la que aprenden y trabajan los alumnos. Los profesores incorporan los conceptos del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) en sus planes de clase para garantizar este aprendizaje individualizado.

El fomento de normas de convivencia, el desarrollo de habilidades para la resolución pacífica de conflictos, la comprensión y aceptación de culturas diversas, el desarrollo de habilidades tecnológicas, el desarrollo de habilidades afectivas y, en general, el desarrollo de habilidades matemáticas y el conocimiento de las cuestiones fundamentales de las áreas de estudio son algunos de los objetivos de etapa que apoya la educación primaria.

Se busca que la educación sea inclusiva, la atención individualizada, la prevención de dificultades de aprendizaje, la expresión y comprensión oral y escrita, la comunicación audiovisual, las competencias digitales, la creatividad, el espíritu emprendedor o el espíritu científico se trabajen en todas las materias como principios pedagógicos.

Además, buscan promoción de la igualdad de género, la educación para el desarrollo sostenible y el consumo ético, la educación para la paz y la educación para la salud.

Se fomenta la autonomía, la reflexión, el dominio y hábito de la lectura, el aprendizaje de lenguas extranjeras y la adquisición de lenguas cooficiales. También se presta especial atención a la acción tutorial, la educación emocional y en valores y la orientación educativa.

Finalmente, toda intervención educativa pretende apoyar la adquisición, por parte de los alumnos, de los objetivos de etapa y las competencias básicas en las que se fundamenta el aprendizaje por competencias: cruciales para resolver problemas del mundo real que cambia y se hace cada vez más competitivo. Los estudiantes pueden desarrollar al máximo su potencial en términos de crecimiento personal, social y profesional, recibiendo una educación que sea práctica en la vida real.

Las competencias esenciales son:

  • Dominio de la comunicación a través de la lengua.
  • Versatilidad lingüística.
  • Competencia en matemáticas y en los campos de la ciencia, la tecnología y la ingeniería.
  • Competencia digital.
  • Capacidad personal, social y de aprendizaje.
  • Competencia en ciudadanía.
  • Aptitudes empresariales.
  • Competencia para comprender y expresar la cultura.

De acuerdo con las directrices de la Unión Europea, estas competencias se desarrollan en educación infantil y continúan reforzándose en educación primaria, secundaria y bachillerato. Adoptan la forma de competencias específicas y conocimientos básicos (contenidos) por áreas y ciclos que ayudan a los profesores a crear entornos de aprendizaje atractivos e interesantes basados en experiencias del mundo real y adaptados al ritmo y la etapa de desarrollo de los alumnos.

La educación preescolar

Un importante conjunto de investigaciones sugiere que, antes de que un niño empiece la escuela primaria, la base del aprendizaje se sienta en su mayor parte a lo largo de los primeros años de vida.

El bajo rendimiento académico temprano y las altas tasas de abandono escolar perpetúan un ciclo que perjudica a las comunidades vulnerables y dificulta que los niños alcancen a sus compañeros de clase.

Según las investigaciones, la educación temprana y las oportunidades de aprendizaje son cruciales para el crecimiento y el bienestar de los niños. Cualquier oportunidad para que un bebé o un niño pequeño se relacione con una persona, un lugar o un objeto de su entorno se denomina oportunidad de aprendizaje temprano. Cada encuentro, ya sea favorable o negativo, o la ausencia del mismo, moldea el desarrollo cerebral del niño y sienta las bases de su aprendizaje futuro.

Las pruebas también subrayan el valor del juego en estas relaciones y oportunidades de aprendizaje temprano. Uno de los métodos más cruciales para que los niños pequeños aprendan conceptos y habilidades vitales es el juego. Por ello, la base del éxito de los programas preescolares son las oportunidades lúdicas y los entornos que fomentan el juego, la exploración y el aprendizaje práctico.

Una prioridad mundial es la educación preescolar universal, ya que:

  • Crea bases sólidas de aprendizaje.
  • Hace que los sistemas educativos sean más eficaces y eficientes.
  • Es una táctica útil para fomentar la expansión económica.

La segunda meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 hace hincapié en el valor del aprendizaje temprano al proponerse garantizar que para 2030 "todos los niños y niñas puedan tengan acceso a servicios de desarrollo y cuidado de la primera infancia y a una educación preescolar de excelente calidad, de modo que salgan preparados para la escuela primaria".

En 2030, solamente el 25% de los niños de 0 a 2 años serían atendidos por programas de desarrollo de la primera infancia al ritmo actual. Además, los datos disponibles indican que la pandemia ha tenido un impacto especialmente negativo en la participación en programas de educación temprana. 

Observamos una notable ralentización en la expansión de la educación preescolar entre 2015 y 2020. El 5% de las personas aún no tiene acceso a ninguna etapa de esta oferta educativa, según el indicador 4.2.2 de los ODS, que mide la participación en programas educativos antes de que ingresen a la primaria. En las zonas rurales y entre los niños de los hogares más pobres, esta cifra se duplica.